sábado, 21 de junio de 2014

Agua y energía low-tech

Continuando con propuestas que consigan transformar los problemas en oportunidades, hoy quiero compartir con vosotros cómo se integran el ciclo del agua y el ciclo de la energía (al que me gusta llamar cariñosamente "el ciclo de la caca") en la concepción de este proyecto. De hecho, una vez más TYIN, ya demostró que un centro de saneamiento puede ser un proyecto en sí en su proyecto para el orfanato de Safe Haven, en Tailandia.

Proyecto de Casa de Baños en el orfanato de Safe Haven, por TYIN Tegnestue

Hasta ahora me he referido mucho al agua desde su faceta destructiva (en inundaciones y tormentas) y como elemento productivo (dando vida a los ecosistemas), pero me había saltado su presencia como líquido elemento tan vital en el día a día de las personas. En aquel primer diagnóstico que hice al principio, destacaba el mal estado de los acuíferos, unos salados por su sobre-explotación hasta el punto en que habían absorbido agua salada del mar tan cercano, y otros contaminados por bacterias coliformes provenientes de las letrinas rudimentarias (un agujero en el suelo sin más) y móviles (una vez se llena un agujero se abre uno nuevo en otro punto de la parcela). Esta situación fue la que me llevó a pensar siempre en mi parcela como un lugar captador de aguas superficiales para evitar las subterráneas en el consumo humano, y para ello desarrollé dos sistemas de captación, en definitiva, dos ciclos del agua, según su procedencia y su futuro uso.

Esquema de aprovechamiento del agua en mi parcela
Como se ve, un ciclo del agua consiste en depósitos de agua salpicados por los campos inundables con una tapa drenante por la que se filtra y depura el agua en épocas de inundaciones con el fin de poder aprovecharla en épocas secas para usos que no requieran agua potable: industrias y agricultura. El otro ciclo se preocupa por recoger agua de la lluvia (la más limpia), canalizarla y depurarla para lograr un abastecimiento eficaz y suficiente de agua potable para los usuarios de la parcela.

Detalles constructivos para el aprovechamiento del agua en la parcela

Para desarrollar los detalles técnicos y constructivos de los elementos necesarios descubrí muchísima información, sobre todo teórica, esperando que alguien les diera la aplicación técnica. En primer lugar, la FAO cuenta con documentos increíbles describiendo estupendamente cómo debe ser un sistema de captación de agua de lluvia, en concreto es muy interesante éste dedicado en especial a América Latina y Caribe, y descripciones técnicas de todo tipo de artilugios necesarios en el proceso: fuentes, pozos, molinos... En el intento de cruzar estas necesidades con los materiales disponibles en mi proyecto (principalmente bambú), me topé con INBAR (International Network for Bamboo and Rattan) y su documento "Transporting, storing and filtering water using local resources", una joya. En cuanto a estrategias low-tech y ecológicas de lograr el depurado suficiente del agua para poder considerarse potable para consumo humano, al final me decanté por adaptar en mi zanja drenante de captación del agua de la lluvia la solución desarrollada en Camboya por The Water and sanitation Program donde, usando aparentes "macetas" de cerámica microporosa logran eliminar el 99% de los contaminantes y posibles agentes infeccionsos del agua, ¡Hasta les sirve para beber agua de estanques marrones!. De esta forma me aseguro que el agua que llega al depósito podrá mantenerse durante meses sin pudrirse.  Aún así, para cubrir ese 1% de posibilidad de contagio, incluyo un filtro biológico de arena capaz de limpiar 20l de agua en un minuto para la obtención de agua 100% potable. En todo el diseño he tenido en cuenta que estos elementos sean prefabricables, por lo que la industria del agua se convierte en la quinta de las disciplinas impartidas en la escuela y capaz de expandir estas medidas tan sencillas a la comunidad.

Construcción de un lecho fitodepurador de circulación vertical

En ambos casos, el ecosostema de humedal ya descrito en este blog, tanto a gran escala (en los cauces) como a pequeña (humedales artificiales junto a los puntos de consumo) se encargarán de limpiar este agua antes de ser vertida a los cauces para seguir su curso o ser reutilizada más adelante. En el caso de los humedales artificiales, éstos son lechos drenantes de circulación vertical, en los cuales las aguas utilizadas circulan siempre bajo la superficie (entre 30 y 50cm de profundidad) para evitar las plagas de mosquitos, el contacto de las personas con el agua sucia.


Centro de compostaje por LoveHaiti y Habitat for Humanity en Léogane, Haiti
Hablemos ahora de energía y reciclaje, de cómo un mismo elemento puede ser considerado desecho, algo que en Haití muchas veces supone ser tirado sin discriminación a las calle, el campo o, más frecuentemente, los ríos, o como fuente de energía y agente recuperador del suelo y, por ende, del entorno. Y de todo lo que pudiera entrar bajo esta definición, la más preocupante en una sociedad es "la caca". En el proyecto ya se ha hablado de reciclaje (neumáticos recogidos en los ríos o la costa como cimentación de la estructura por ejemplo), pero ¿qué hay de los residuos generados irremediablemente en el día a día de la escuela?. Al igual que en el caso del agua, en el reciclaje de residuos orgánicos (tanto restos de la explotación agrícola y forestal, como en los procesos industriales y en la cocina y excrementos animales y humanos) también planteo dos ciclos de reciclaje de acuerdo con su naturaleza y sus mejores posibilidades de generar energía en su transformación.

Esquema del reciclaje de residuos orgánicos en mi parcela
A priori, una escuela que desarrolla sus actividades durante el día no tiene mucha demanda energética, más teniendo en cuenta que las tareas que se desarrollan en ella son principalmente forestales y de industrias artesanales. Sin embargo una cocina es imprescindible no sólo para cocinar, sino para calentar agua para tareas de tinte de fibras y de tratamiento del bambú por ejemplo. Como ya he comentado alguna vez, el principal combustible utilizado en Haití es el carbón vegetal, o en su defecto la madera tal cual.


Teniendo en cuenta la ausencia de ésta, la propuesta de sistemas alternativos parece obligada en este proyecto. En este caso planteo una cocina de gas, alimentada por un biodigestor, capaz de transformar los residuos en biogás por un lado, y biol, un efluente líquido muy fertilizante. En mi caso lo instalo en la orilla este del torrente, con el fin de aprovechar la gran carga calorífica de los residuos vegetales provenientes de "la colina", "el bosque" y los talleres instalados en esta zona y de los excrementos animales del ganado de la colina como detonantes de la transformación.

Distintos tipos de digestores

Las bondades de éste sistema son claras, y su funcionamiento sencillo. Sólo se necesita un compartimento donde poder mezclar los residuos con agua, un depósito principal donde la mezcla tardará unos 10 días en transformarse en gas (que se acumula en la parte superior abovedada del depósito) y el biol, que rebosará por el conducto de salida y se puede recoger desde el compartimento de salida. En el interior  se desarrollará un proceso de digestión anaeróbica (sin oxígeno gracias al efecto sifón de la mezcla en los conductos de entrada y salida). De nuevo la FAO cuenta con mucha documentación muy detallada sobre el funcionamiento y diseño de estos sistemas, y en este documento de J. Martí Herrero se detalla la concepción y construcción de digestores adaptados al altiplano boliviano. Pero para conocer en detalle qué se necesita para construir un biodigestor el blog Biogas Plant Blog es increíble.

Detalles constructivos de instalación de gas en mi parcela.

Para mi parcela he diseñado un digestor en parte prefabricable (la subestructura de la cúpula) y construíble con las tecnologías que ya se utilizan en la contención de terrenos en la parcela para dar versatilidad a las tecnologías propuestas. y como no sirve de nada un digestor si no sabes cómo gestionar el gas generado, también me he atrevido a diseñar los distintos elementos necesarios para una instalación de gas adecuada: teniendo en cuenta la protección, acumulación y utilización del gas. Para pensar estos detalles, ha sido muy importante la aportación del Manual del arquitecto descalzo, de Johan van Lengen.

Funcionamiento del centro de compostaje comunitario

Para el reciclaje de los residuos humanos, mucho menos aprovechables en el digestor dada su baja carga calorífica por haber sido ya procesados en el cuerpo, he continuado un proyecto que ya está desarrollando LoveHaití en colaboración con Habitat for Humanity en Léogane, en el norte de Haití, con la esperanza de poder extender este sistema "centralizado" de gestión de los residuos a nivel local. En proyectos de cooperación o de construcciones aisladas se suelen construir letrinas compostadoras que permiten la transformación de la materia orgánica en compost dentro del propio hoyo excavado bajo el retrete. Yo he optado por una opción de deslocalizción del compostaje hasta un centro de compostaje comunitario (el primero instalado en la orilla oeste de mi parcela) al que los vecinos puedan llevar el contenido de sus retretes y donde se pueda controlar el proceso de compostaje y la salubridad, tanto de los elementos sanitarios (los cubos de recogida) como de los usuarios. De nuevo, adapto la construcción de las balsas de compostaje a los recursos con los que cuento en la escuela. El compost generado serviría tanto para fertilizar los campos de la escuela como para "pagar" a los vecinos por su aportación. Así, podríamos decir que la gestión de los residuos sería la sexta industria desarrollada y exportada desde mi escuela. En un entorno donde no existe una gestión eficiente de los residuos, éste podría ser el primer paso para revertir la situación.

Ésta ha sido una entrada muy larga, creo que se nota que se acerca la entrega, ¡ya sólo una semana! y cada vez todo está más atado y detallado. En breves, nuevas entregas con los últimos detalles. ¡Buena semana!


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