lunes, 28 de abril de 2014

La maqueta definitiva

En mis periplos por el mundo de la construcción en bambú, como ya he demostrado en este blog, las maquetas han sido el recurso decisivo para hacer avanzar el proyecto. Me han acompañado en todas las escalas, y esa ha sido la novedad respecto a otros proyectos. Mientras que las maquetas nos encantan en la carrera para hablar de volúmenes, de luces y sombras y de espacios interiores, yo aún no había experimentado con las maquetas "constructivas", hasta el pfc. Y no me refiero sólo a pensar con las manos respecto a las barras que compondrán la estructura y cómo adecuarlas para lograr ese "plano continuo" que tanto me ha obsesionado.

Después de estudiar la "teoría" sobre cómo anudar bambú (y materiales leñosos en general) y cuando creía que ya "tenía" el proyecto, fui a visitar la exposición "The Architect is Present", en la fudación ICO que recomiendo muchísimo a todos los que les interese la arquitectura al servicio de las comunidades y trabajando con ellas y sus recursos. Y allí tuve la oportunidad de compartir mi proyecto con Yashar Hanstad del estudio TYIN Tegnestue, el mismo que dio una conferencia estupenda en la ETSAM.

La publicación editada con motivo de la exposición The Architect is Present

Y él me habló de los detalles constructivos con otra sensibilidad, pensando en la cuerda que es capaz de amarrar distintas barras en varias fases del "nudo", frente a la maraña de líneas que confluían en un solo punto en mis esquemas. Y así es cómo surgió la última de mis maquetas físicas, como un experimento en primera persona de cómo se debía construir de verdad mi estructura. Éste a sido mi juguete hasta el final, poniendo y quitando palitos de brochetas para entender cada detalle.


En este proyecto me he acordado mucho del curso que hice en h2i, y en momentos como éstos, de pensar con las manos, de intentar fallar "rápido y barato", de no tener planos definitvos que da pereza cambiar sino sólo maquetas y croquis, experimento cuánta razón tenían nuestros profesores y lo fácil que es trasladar a la arquitectura todo lo que aprendí. Aún así, mis maquetas físicas se quedan en eso, en herramientas para pensar, pero no engaño a nadie admitiendo que hacer maquetas bonitas no es mi fuerte. Y en ese momento entra en juego el fantástico curso que dí de Rhinoceros y su renderizador Maxwell en la ETSAM. Durante dos intensas semanas he conseguido "construir" de verdad el proyecto, desde los cimientos hasta los forjados, barra a barra y nudo a nudo, forzándome a pensar el contacto con el terreno, la topografía de mi edificio y todos los detalles constructivos, no sólo de las barras, sino también del cerramiento interior y de los forjados. ÉSTA es la maqueta definitiva:

Vista desde la carretera del gajo en la colina

Vista de los gajos en el bosque y sobre el humedal por la mañana

Vista de los gajos en el bosque y sobre el humedal por la tarde
Con este 3D ya puedo sacar todos los documentos para presentar el proyecto con la seguridad de saber que ya está todo definido. Doy el pistoletazo de salida a un mes frenético de generar plantas, secciones, axonométricas, esquemas de funcionamiento, de soleamiento... en resumen, de márqueting, porque ¡¡¡ el proyecto ya está!!!!

¡Una celebración por todo lo alto de las 2.500 visitas al blog! ¡Gracias!

2 comentarios:

  1. Cada día me impresionas más Clara, enhorabuena por tu gran trabajo.

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    1. ¡Muchísimas gracias Sara! Espero que tu recta final también salga estupenda =)

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